
Recuerdo la noche que te conocí, aquella conversación que empezó con caramelos y paletas de menta. Me había sentido tan estúpido pero la recompensa era la radiante sonrisa de tu rostro.
De ahí en adelante todo fue de color rosa, cada mañana el sol salía para mi.
Cada día un caramelo para tí y así, no olvidar cómo comenzamos a amarnos.
Llegaba la tarde cuando tocaba a tu puerta y tú me hacías esperar por que estabas dándole los últimos retoques a tu hermosa cara. La puerta se abría y tu saltabas hacia mi.
Una explosión de alegría siempre yo recibía, después ibamos al columpio y yo cortaba flores para tí.
Despertaba y los sueños eran pesadillas comparadas con lo que me hacías sentir.
Y ahora estás aquí junto a mi dos años después de esa estúpida conversación,
y yo, traigo un caramelo en la mano justo para tí.
Inspirado en: Caramelo
Vainilla. Vainilla
- 87
- Autocinema
- Jai alai
- Cuento de hadas
- Otay
- Nicotina
- Caramelo
- Enamorados en Venus
- Árbol
- Tijuana
- Barcos electromagnéticos
No hay comentarios:
Publicar un comentario